El presupuesto es la base de las finanzas personales, digamos que es la base sobre la cual podemos edificar. Una de las mis definiciones favoritas sobre que es un presupuesto la describe Dave Ramsey:

"Un presupuesto es cuando usted le dice a su dinero a donde ir, en lugar de preguntarse a dónde fue".
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En un presupuesto hay dos componentes importantes a manejar:

Los ingresos y los gastos

Todos estos gastos o necesidades en el presupuesto las podemos agrupar por categorías. La idea con el presupuesto es cubrir todas las categorías con el dinero que ingresa, esto es asignarle a cada peso un propósito en el papel. Ahora bien, con los presupuestos ocurre que no hay reglas, porque cada persona es distinta. Algunos autores de finanzas recomiendan unos porcentajes que sele deben asignar a las diferentes categorías, mientras que otros creemos que cada presupuesto es distinto, así como cada persona es única.

Ahora bien, lo que es seguro e igual para todos es que tenemos gastos que son fijos. Son estos gastos que requerimos para poder vivir y cubrir nuestras necesidades básicas (alimentos, transporte, vivienda, servicios básicos, ropa, entre otros). A veces tenemos todo asignado a necesidades y no nos alcanza pero, debemos jerarquizar las necesidades. 

Las necesidades básicas van primero, sin embargo, hay otros gastos que no son “fijos”, varían en tipo y monto mes tras mes y en ultimas instancias no son “imprescindibles” para vivir. OJO, no me mal interpreten, no es que no sean importantes, pero pueden no representar una necesidad básica para sobrevivir como lo es el alimento. Aquí entran categorías como: entretenimiento, salud, educación, suscripciones, etc. y estos son gastos variables.

No hay inconvenientes con que sean variables porque muchos de estos gastos se pueden identificar rápidamente pues tenemos una buena idea de cuánto cuestan, el problema se presenta con los gastos variables que son fáciles de identificar como por ejemplo, las compras por catálogo, el café diario, regalos de cumpleaños, los antojos, dulces, las propinas y otros que normalmente son de poco valor, pero son muy frecuentes. A este tipo de gastos le llamamos gastos hormiga o gastos de bolsillo.

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Los gastos hormiga

Son aquellos que son pequeños e insignificantes, pero que al sumarse pueden convertirse en cantidades importantes. Uno ni mente les da de tan pequeños que son, pero en el tiempo éstos terminan convirtiéndose en buena parte de tu sueldo y normalmente son la razón por la que puedes perder el control de tus finanzas.

Si no nos cuidamos de los gastos hormigas, nos pueden dejar en la ruina. Sin darnos cuenta puede ocupar todo el dinero que nos “sobra” después de cubrir los gastos fijos. Esto en ocasiones es un error, pues este “extra” es lo que puedes usar para ajustar tu presupuesto y tener un ahorro adicional que destinar a las deudas o a cualquier otra meta de interés en el momento.

Entonces, ¿Qué podemos hacer para controlar estos tipos de gastos?

Consejos para controlar los gastos hormiga

·        Asígnales un monto. Fijar los gastos variables implica que usted no va a estar todos los días gastando en pequeñeces. Fijar los gastos variables es decir: “cada día gastaré X cantidad, ni más ni menos”. Una cantidad fija para ellos. El problema de los que comen en la calle es que hoy la comida le cuesta $150 y mañana $220 y pierden el control del gasto. Puedes elegir siempre un menú que no exceda la cantidad permitida diaria en tu presupuesto, si estás obligado a comprarla fuera.

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·        Lleva un registro de gastos. Es simplemente anotar todos y cada uno de los gastos que vayas haciendo, por más pequeño que parezcan. Puedes hacerlo en una pequeña libreta que lleves contigo siempre o, si te gusta la tecnología como yo, puedes hacerlo en tu celular a través de aplicaciones para registro de gastos. Haz este ejercicio durante dos a tres meses seguidos y te darás cuenta donde tienes "fugas económicas".

·        Mantente apegado al presupuesto. Seguirlo con disciplina el presupuesto, te ayuda a evitar los gastos hormiga y a tener un mejor control de tus gastos siendo consciente de adonde se te va el dinero.

·        Utiliza tu tarjeta de débito /crédito. Procura pagar con tu tarjeta, ya que estos pagos aparecen en tu estado de cuenta, donde te muestra qué comercio o empresa realizó el cargo a tu cuenta. También tienes el beneficio de que te entregan un voucher, sobre el cual puedes apuntar qué es aquello que pagaste. Al llegar a casa guarda tus vouchers en un lugar seguro de manera que, al llegar tu estado de cuenta, puedas cotejar tus vouchers con los cargos registrados.

OJO: Si vas a utilizar una tarjeta de crédito, procura que el monto a pagar ya este presupuestado, así evitaras gastar más de lo planeado y así mismo, evitamos generar o adquirir una nueva deuda.

·        Realiza tus pagos a través de medios electrónicos. Hay pagos puedes realizar a través de transferencias electrónicas o a través de la página de internet del comercio o servicio en cuestión, de esta manera estos también queden registrados en tu estado de cuenta.

Ahora bien, todo lo dicho hasta el momento esta muy bonito, pero no sirve de nada si al final no logramos el objetivo, que es llevar un control de tus gastos. Recomiendo que para ello hagas lo siguiente:

  • Identifica un día a la semana en el que puedas tener una reunión contigo mismo a revisar tus finanzas (lo ideal es realizarlo al menos una vez a la semana).
  • Agrupa tus gastos en las mismas categorías en las que hayas realizado tu presupuesto.
  • Compara lo gastado con lo presupuestado. Si en alguna categoría gastaste menos, procura destinar ese dinero al ahorro o al saldo de deudas, pero si en alguna categoría gastaste de más, considera que el dinero lo tuviste que haber tomado de otra categoría… a menos que lo hayas tomado del crédito, lo que significa entonces que contrajiste una deuda.
RECUERDA:  la idea es NUNCA GASTAR MÁS de lo que TE ENTRA.

En sí, lo que busca el control de gastos es darte visibilidad de en qué gastas tu dinero, de manera que seas consciente de tus hábitos de consumo. Si gastas más de lo que presupuestaste en una categoría, ¿es porque no sabes decir no? ¿Fue en algo que en realidad era necesario? ¿O en algo que no estaba contemplado en el presupuesto y aun así decidiste comprarlo?, o por el contrario, ¿pagaste de más en un gasto que no podías evitar o al que no podías negarte?

Si respondes de forma honesta estas preguntas, te apoyará a descubrir tus hábitos de consumo, te dará pautas para ajustar tu presupuesto a tus necesidades reales y te ayudará a descubrir en dónde se concentra tu pérdida de dinero, dándote la oportunidad de tomar las medidas necesarias para tomar el control tus finanzas.

Alexander Nova

@alexbnova