Cuando lo piensas, crear una dieta y un plan de ejercicios no significa automáticamente que te volverás más saludable. Necesitas realizar un seguimiento de tus entrenamientos y comidas y desarrollar hábitos saludables.

Lo mismo ocurre con las finanzas personales. Si bien la creación de un presupuesto es un gran primer paso, también debes realizar un seguimiento de tus gastos si deseas obtener mejores resultados. El seguimiento de tus gastos también puede ser útil desde el principio si necesitas identificar ciertos patrones de gastos. Entonces, ¿cómo empezar?

Los hábitos saludables pueden mantenernos bien, activos y libres de estrés y, por supuesto, los hábitos no saludables pueden hacer lo contrario. Los hábitos de gasto también pueden ser saludables y no tan saludables.

El gasto consciente y saludable puede hacernos invertir en artículos de buena calidad y conservar nuestra tarjeta de crédito para gastos ya planificados. Los hábitos de gasto poco saludables nos hacen derrochar en compras impulsivas pequeñas pero regulares, las compras grandes ocurren incluso cuando el flujo de efectivo no es abundante y hay una tendencia a buscar la tarjeta de crédito cuando llega la inspiración.

Nuestros hábitos también se ven reforzados a menudo por sistemas que ya existen.

Tendemos a ceñirnos a lo que sabemos porque es más fácil. Los mismos proveedores de electricidad, los mismos proveedores de telefonía móvil e Internet. Nos facturan mensualmente o anualmente y nosotros solo pagamos la factura porque si no lo hacemos, tendremos problemas y  muchas veces no nos molestamos en buscar una alternativa. Parece un trabajo duro investigar y, de todos modos, a veces no hay mucha diferencia entre las opciones. Pero, a veces lo hay.

Y son los pequeños cambios a lo largo del tiempo los que pueden marcar una gran diferencia a largo plazo. Entonces, por ejemplo US$ 5 de descuento en tu factura de teléfono por mes, combinado con US$ 40 de descuento en tu factura de electricidad por trimestre, combinado con un café que es 50 centavos más barato porque no te cobran más por la leche de almendras. Terminar la suscripción a esa revista que nunca llegas a leer de todos modos, cancelar la membresía del gimnasio porque solo usas la caminadora y bueno, podrías simplemente ir a caminar en su lugar. Todas estas pequeñas reducciones, podrían restar cientos de tus gastos mensuales. Ese es el dinero que podrías destinar a unas vacaciones o una cocina nueva.

Hay dos claves para ahorrar dinero:

  • El primero es no gastar en cosas que no tengas presupuestadas.
  • El segundo es pagar menos por las cosas a las que no quieres renunciar.

Haz ambas cosas para ver resultados rápidamente.

A pesar de tus preferencias personales, un plan de ahorro exitoso comienza con una evaluación actual de tus gastos mensuales. Comienza con los siguientes pasos para determinar tus hábitos de gastos mensuales actuales.

Paso 1: Extrae el estado bancario del mes pasado. ¿Usas más de una cuenta bancaria para gastar cada mes? No olvides incluir información de todas las cuentas en este proceso.

Paso 2: Reúne todos los recibos que tengas a mano del mes pasado. Estos recibos ayudarán a identificar los artículos que se pagaron en efectivo y no se registraron en tu estado de cuenta bancaria.

Si no conservas los recibos, aún puedes evaluar tus hábitos de gastos mensuales. No se requiere perfección. No utilices la ausencia de recibos como excusa para no seguir adelante con este plan indoloro.

Paso 3: Usa un documento de Excel o lápiz y papel para registrar la categoría de cada gasto y el monto total gastado. Por ejemplo:

Categorías y cantidad total gastada

Vivienda: USD$1850.00

Pago de automóvil: USD$450.00

Comida: USD$600.00

Gasolina: USD$80.00

Paso 4: Usa un marcador amarillo para marcar gastos fijos como vivienda, pagos del automóvil, etc.

Ahora, déjalo a un lado y sigue leyendo. A continuación te compartiré algunos tips súper importantes:

Revisa tus estados  de cuenta

Identifica tus hábitos de dinero haciendo un inventario de todas tus cuentas, incluida tu cuenta corriente y todas las tarjetas de crédito que tengas. Mirar tus cuentas te ayudará a identificar dónde estás gastando.

Categoriza tus gastos

Empiece a agrupar tus gastos. Algunas tarjetas de crédito etiquetan automáticamente tus compras en categorías. Puedes encontrar que esas compras impulsivas te están costando mucho. O tal vez te des cuenta de que estás pagando por servicios de suscripción recurrentes de los que podría prescindir.

Tu gasto consistirá tanto en gastos fijos como en gastos variables. Es menos probable que los gastos fijos cambian de un mes a otro. Tendrás más espacio para ajustar gastos variables como comida, ropa y viajes.

Utiliza una aplicación de seguimiento de gastos o presupuestos

Las aplicaciones de presupuesto están diseñadas para administrar el dinero sobre la marcha, lo que te permite asignar una cierta cantidad de ingresos para gastar cada mes según lo que estés recibiendo y lo que estés pagando. Este tipo de aplicaciones funcionarán si estás dispuesto a registrar tus compras, dedicar tiempo y ceñirse a tu presupuesto.

Explora otros rastreadores de gastos

¿No eres fanático de las aplicaciones? Una hoja de cálculo es otra valiosa herramienta de seguimiento del dinero. Puedes encontrar una variedad de plantillas de presupuesto gratuitas en línea.

Identifica espacio para el cambio

Mientras realizas el seguimiento debes estar preparado para realizar ajustes. Vale la pena dedicar tiempo a controlar tus gastos mensuales debido a lo que descubrirás.

Reducir los "grandes gastos fijos" en tu vida, como el costo de la vivienda, los vehículos y los servicios públicos, puede tener un impacto significativo en tu presupuesto.

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Si descubres que estás gastando demasiado dinero en un área determinada de tu presupuesto, sabrás que necesitas recortar y reevaluar.

Y, si te das cuenta de que tus gastos exceden tus ingresos, es posible que desees considerar la posibilidad de encontrar una manera de ganar algo de dinero extra para poder cubrir todos tus gastos.

Por Jenny Pérez (Money Expert)